Mejor gestionar desde aquí

Hace 1 año que se celebraron las elecciones al parlamento Vasco, y dentro de otro año tenemos las municipales y forales. Luego vendrán las estatales y luego...las siguientes.
La realidad política siempre está en pre o en postcampaña. Los sondeos se van publicando y si no son sobre intención de voto, lo son de simpatías, de confianza, de tendencias...
Esta dinámica parece que hace muy dificil que alguien tome las decisiones que casi todo el mundo sabe que habrá que tomar. Piensan en el porcentaje de voto que perderán si toman tal o cual decisión.
Desde que comenzó la crisis oímos decir que el final está cerca, e incluso se acuñaron términos como los "brotes verdes", que a estas alturas serán amarillos. Primero ha sido Grecia, pero al estado Español ya le han pegado un toque. Deberá recortar gastos y no sabe por donde hacerlo. Gastaron y gastaron. 400 euros por aquí, mil y pico por allá...Medidas generales sin atender las necesidades reales. Daba lo mismo ganar 1000 que 100.000. Eso se llama derrochar. Lo siguiente fué el pan para hoy hambre para mañana. Y nos referimos a los incentivos para la compra de tal o cual producto para potenciar tal o cual sector. Adelantar compras de bienes cuyas ventas no están garantizadas cuando se acaben la subvenciones. Parches, palabras y poses. ¿y donde están las políticas reales?
En Euskadi estamos mejor, pero queramos o no, la política Española nos afecta. Y lo hace en este caso en el mal sentido de la palabra.
La semana pasada oíamos a Gerenabarrena decir, que cuando entro en el gobierno era independentista de corazón, pero cuando salió, además de corazón lo era con la cartera. Y si, ya sabemos que esto trae el chiste fácil. Pero se refería a algo muy importante. Hay razones sentimentales para el independentismo. Pero también los hay económicos. No hay duda de que gestionaríamos mejor nuestros recursos. Decía un político Catalán, que el independentismo está ganando terreno en Cataluña, porque incluso quienes no tienen motivos sentimentales para defenderla, ven que la dependencia afecta a sus bolsillos. No tenemos dudas de que es así.
Se puede convencer hablando de sentimientos, pero la independencia también debe defenderse desde argumentos prácticos. No sólo afectaría a la económía. También a otros asuntos tan importantes como la justicia.