En primer lugar debemos decir que éste es un tema muy delicado y que no se puede tratar de manera superficial. Por eso teníamos nuestras dudas acerca de si publicar o no algo sobre ello y también hemos suavizado algo lo escrito.
LLevamos meses oyendo que se va a realizar, o al menos lo van a intentar, una reforma de la ley para la interrupción del embarazo. Según lo que oímos y leemos, parece ser que hay gente que, o bien no se ha enterado de qué va el asunto, o no se quiere enterar.
La iglesia ya se manifestó en contra de esta reforma en Madrid. No tenemos nada que objetar. Tienen todo el derecho a manifestarse por lo que crean conveniente. Ahora bien, sin manipular. Y también, el hecho de que critiquen, los hace susceptibles de crítica. Y ahí es donde podemos decir que no entendemos tanta historia ahora, y tampoco que cierren los ojos a una realidad que lamentablemente existe.
Y decímos lamentablemente porque no creemos que nadie en su sano juicio promueva el aborto. Nadie. No se trata de incitar, como dicen algunos, a ello. Se trata de regular una realidad. Si, según dicen, ha habido en los últimos años cerca de medio millón de abortos en el estado...se pueden hacer 3 cosas; 1. cerrar los ojos y mirar hacia otro lado. 2. meter a la cárcel a cientos de miles de mujeres, o, 3. como se pretende, modificar la ley para que no sea un delito y las mujeres no vayan a la cárcel y tengan que recurrir a clínicas privadas o en caso de no poder pagarlas, a otras de dudosa reputación, higiene y pericia.
El aborto es una experiencia sumamente traumática para quien tiene que pasar por ella y nadie pasa por ahí de forma voluntaria, al contrario de lo que parecen insinuar en algunas manifestaciones. Precisamente muchos de los que se manifiestan callan ante muchas de las atrocidades que se cometen en el mundo. Pero eso es otra historia.
Y el PNV parece que va a apoyar la reforma presentando varias enmiendas parciales. Nos alegramos por ello. Además, las enmiendas nos parecen muy razonables y creemos que mejoran la ley. Pero hay quienes, supuestamente desde el abertzalismo cristiano, amenazan con no volver a votar al PNV si lo hace o, en el caso de afiliados con darse de baja en el partido. Están en su derecho. No sabemos si serán realmente del PNV, pero evientemente están teniendo su pequeño eco mediático en ciertos ámbitos que quieren promover una división en el seno del partido. (Más eco que apoyos). Piden que los diputados del PNV puedan votar en conciencia. ¿y quien dice que no lo hacen?. Además, si los diputados pueden elegir en conciencia...¿por qué no las mujeres?
Si por el apoyo del PNV a esta reforma algunos están dispuestos a dejar el partido...¿están dispuestos a dejar la iglesia por ciertas actuaciones, omisiones y declaraciones de sus altos mandatarios? (Preferimos no entrar en detalles.)
Durante 40 años hubo quienes cometieron auténticas barbaridades ante la pasividad de cierta jerarquía religiosa. ¿Se dieron de baja en la Iglesia por ello?
Como decimos al comienzo es un tema muy delicado. Y nadie promueve el aborto, experiencia traumática donde las haya. Pero cuando una realidad existe, o se asume o se le da la espalda y se la condena...literalmente.
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