Septiembre, como se preveía, ha venido cargada de noticias negativas para Euskadi.
La semana pasada se anuló la consulta y ésta que termina han ilegalizado ANV y EHAK. También han condenado a muchos de los miembros de gestoras a entre 8 y 10 años de cárcel. Y por otro lado hemos conocido el intento de asesinato de un policía de Zorroza que ha circulado 10 km con una bomba debajo del coche llegando a trasladar a su hija al colegio.
Se han dicho tantas cosas que es difícil decir algo nuevo.
Acerca de la ilegalización de partidos, hemos leído en varios blogs que algunos opinan lo que se puede resumir como “manos que no dais, qué esperáis”. Hacen referencia a que tanto ANV como EHAK respondían a cada atentado con un “Es resultado del conflicto, hay que poner los medios para resolverlo”, sin mostrar la mas mínima solidaridad con otros colectivos. Pero hacer lo mismo en estos casos ¿en que convierte al resto?. No estamos de acuerdo. La ilegalización de partidos debería ser una medida excepcional y no estar al servicio de intereses políticos.
Aunque no compartamos sus ideas, y en algunos casos sus medios; aunque no entendamos el por qué de muchas de sus actuaciones, la ilegalización no es el camino y es por si mismo un generador de problemas. ¿En qué ayuda a la normalización política? ¿en qué ayuda a la paz?
Pero lo cierto es que la sociedad en su conjunto ya está cansada y asiste parsimoniosa ante todo. ¿Que no dejan que los Vascos seamos consultados? Paso. ¿Qué ilegalizan partidos? No va conmigo. La gente está cansada. Y eso sólo beneficia a quienes quieren que la situación política siga como hasta ahora. No hay cambios importantes sin una sociedad involucrada.
Las cosas deben cambiar. Lo primero es el fin de la violencia Pero también hay que crear nuevas dinámicas. Quizá no debamos esperar más a lo que hagan desde arriba y haya que empezar a desbrozar el camino desde abajo.
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