Estos días hemos conocido 2 noticias importantes. Una posible fusión de cajas a 2 (bbk y Kutxa) y la renovación del máximo órgano de la judicatura en el estado.
En lo que respecta a la fusión de las cajas, todos los partidos coincidían en su importancia y en que ésta era necesaria para lograr una mayor competitividad en un mercado cada vez mas global. El PSE se ha negado sin embargo a apoyarla aludiendo siempre a razones políticas, e incluso Patxi Lopez llegó a decir que sólo se llevaría adelante si Ibarretxe dejaba a un lado sus “pretensiones soberanistas”. Es decir, a pesar de ser necesaria, como de costumbre se anteponen intereses políticos a los económicos y sociales. La Vital está en manos del PSOE, y por ello siempre han puesto trabas en el camino de la fusión. Ahora que la bbk y la kutxa han decidido avanzar por si mismos sin esperar la decisión de la vital todo son críticas diciendo que la bbk quiere absorber al resto. Les han pillado con el paso cambiado.
En cuanto al poder judicial, el cambio de sus integrantes se ha producido con años de retraso y mediante un pacto entre partidos. Estos han logrado colocar sus piezas controlando la judicatura, con lo que una vez mas se demuestra que el poder judicial es una pata mas del poder político. O dicho de otra manera, la justicia trabaja al dictado de la política.
Poder político, económico y judicial. 3 patas de una misma mesa.
La lógica nos diría que el, o los gobiernos, lo controlan todo. Pero en realidad, quien manda es un entramado de intereses políticos y económicos que vive de espaldas a los intereses de la sociedad. Los intereses de quienes pagamos impuestos, contratamos créditos y somos juzgados por una justicia que no hace honor a su nombre.
Gobierno/s, ciudadanos, poderes económicos, judicatura...Muchas veces es dificil discernir quien está al servicio de quien. Pero da la impresión de que entre todas las noticias que recibimos no están los verdaderos motivos de la toma de decisiones. No conocemos qué/quien tiene la sarten por el mango ni cuáles son los verdaderos fines de estas operaciones. El gobierno y los partidos controlan el poder judicial e incluso en alguna medida los bancos. Pero también los bancos influyen en los gobiernos. ¿Quien manda en última instancia?. No es cuestión de buscar oscuros intereses. Y aunque esté de moda tampoco insinuamos la existencia de órdenes secretas provenientes del siglo XV que extienden sus redes por gobiernos y altos cargos de toda índole. Pero falta claridad. Basta de explicaciones simplistas y facilonas. Somos una sociedad madura y como tal debemos conocer qué es lo que mueve a nuestras instituciones a tomar las decisiones que toman y las repercusiones que éstas pueden tener. De lo contrario, la falta de explicaciones o la búsqueda de argumentaciones complejas nos puede llevar a pensar que todo es mas sencillo y lo que en realidad mueve a la toma de decisiones sea el famoso tandem dinero/poder/influencia.
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