Queremos hablar de otras cosas pero no podemos pasar por alto lo que ocurrió y lo que pudo haber ocurrido hace pocos días en Hernani. ETA colocó una bomba en un repetidor de madrugada para que la Ertzaintza acudiese al lugar. Allí, había colocado otra bomba trampa contra los agentes que acudieran. Pero la barbarie no finalizaba ahí. Otra tercera bomba iba dirigida contra los compañeros que acuedieran al lugar a socorrer a las primeras víctimas. Nos parece una barbaridad injustificable.
Por desgracia otra barbaridad más.
Por suerte, no hubo que lamentar víctimas.
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