Larrabetzu. 24 de marzo

Sábado 12 y media de la noche. Una guitarra, bastantes canas y muchas ganas de pasarlo bien, nos hacían respirar un espíritu de cambio, de transición, motivado por antiguas canciones que aún hoy en día logran emocionarnos. O a lo mejor todo era producto del zumo de cebada, y los cantos populares precedieron al momento “exaltación de la amistad”, que vino horas mas tarde. Aunque según tengo entendido, el orden suele ser el inverso.

Dicen de los Larrabetzutarras, que somos bastante chovinistas, y que ensalzamos la realidad del pueblo rayando la exageración. Pero yo creo que tenemos motivos para estar orgullosos. Somos 1600 habitantes, y el sábado unos 150, comimos en la escuela de Larrabetzu en apoyo de la Korrika (y para pasarlo bien por supuesto). Previamente hubo carrera popular, con bastante éxito de convocatoria y disparidad de estados de forma.

Además de comer y fardar de pueblo, si hay algo que nos gusta aquí, es salir de bares. Por algo tenemos una densidad tan alta de establecimientos dedicados al bebercio y la jarana. Como decía al comienzo, uno de los mejores momentos fueron los cantos populares en Foteri. Aunque hubo varios dignos de mención y que por supuesto, no mencionaré.

Mas tarde acudimos a una cita ineludible en un día tan señalado. El Gaztetxe de Larrabetzu, según tengo entendido, es el mas antiguo de Euskal Herria. El trabajo que ha realizado a lo largo de 40 años es digno de elogio. Muchos, entre los que me incluyo, hemos crecido con ciertos recelos hacia este centro de encuentro y de frenética actividad cultural. Pero ya va siendo hora de que se realice un público reconocimiento al trabajo realizado. Sin duda hay muchas cosas que no comparto con ellos, empezando por una, bajo mi punto de vista, excesiva politización. Pero ¿no dicen que aunque uno pase de la política, esta no pasa de tí?. ¿No es mejor tener una juventud comprometida que borregos sin opinión ni iniciativa?. Desde aquí, aunque no valga gran cosa, mi humilde reconocimiento hacia su labor. Un reconocimiento a este “monumento al espíritu de supervivencia” que representa. Todos, sin duda, hemos cometido muchos errores como consecuencia de una absurda división que dura demasiado tiempo.
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La noche avanzaba al tiempo que los bailes y las conversaciones se iban haciendo más inestables e inverosímiles. A esas horas uno no sabe si lo que oye es cierto o responde a otros motivos pasando por la imaginación, la exaltación de la amistad y las ganas de arreglar el mundo.

A ciertas horas no digo todo lo que pienso, y menos aún, pienso todo lo que digo. También es cierto que a medida que pasa el tiempo; A medida que le doy mas vueltas a las cosas, estoy mas seguro de que no estoy seguro de nada. Todo es más complejo y a la vez más sencillo de lo que a veces queremos ver.

El mundo quizá no tenga mucho arreglo. Tampoco nuestros desvaríos y conversaciones absurdas, pero demos una oportunidad a este pueblo. Démonos una oportunidad y construyamos entre todos nuestro futuro.