El fin de semana ha sido prolijo en imágenes y sonidos evocadores de recuerdos en blanco y negro. Provocadores incluso de sospechas y temores fundados sobre un futuro incierto.
Banderas, himnos y gentes se confunden en una masa bicolor. Interminables hileras de furia semicontenida que luchan por palabras huecas mas allá de la razón. Fustigadores de sentimientos que olvidan pasados cercanos. Gentes que siguen consignas de trazo grueso por las calles de Madrid.
“No nacionalistas” empapados de Españolidad rancia y oscura. Fatxas sin sentido y sin vergüenza. No es hora de medias tintas. Ha llegado el momento de decirlo bien alto. Ese no es nuestro país. Esa no es nuestra gente. Necesitamos la Independencia mas pronto que tarde.
No nos engañemos, ellos tampoco quieren a los Vascos. Quieren un país humillado convertido en región periférica de un estado. Quieren bocineros de su cultura y su lengua . Corderitos que olviden sus raices y se diluyan en un mar de triste Españolidad.
Plañideros del sufrimiento ajeno que hacen de la tortura y el asesinato la base de su fiesta nacional.
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