Debo admitir que mi cultura musical es limitada. El nombre del grupo era desconocido para mi, pero la melodía me sonaba. Según el programa se trataba de “The locos”. Como se parece a Ska-P!!. Me acerqué mas para verlo mejor, y de repente comienza la canción. Bat, bi, hiru, lau. Increíble pero cierto.
Efectivamente, al menos el cantante, era el de Ska-p. Tocaron alguna canción de La polla y en un momento dado, ante la entrega del público dijeron. “Si esto parece Euskadi”.
Anécdotas aparte, sé que este fin de semana se celebraba en Bilbao la segunda parte del Bilbao bbk festival, pero a cientos de kilómetros de aquí, concretamente en Bruselas, se celebraba otro festival del que me habían hablado muy bien. Couleur café. Una vez visto, diría que es mas que un festival. Se trata de un intento de acercar diversas culturas no solo mediante la música, sino también mediante la gastronomía, exposiciones varias, etc. He quedado impresionado no sólo por el montaje sino por la calidad de los grupos que he podido oír. La mayor parte de ellos desconocidos para mi.
Había grupos y cantantes conocidos como Ziggi Marley, UB40, Ismael Lo…pero también otros absolutamente desconocidos para mi, pero que seguiré más a partir de ahora.
Pero como decía, el festival era más que música. Allí estábamos gentes de todos los colores y nacionalidades. La convivencia entre distintos es posible, y la diversidad es riqueza. Había muchas parejas mixtas. Negro-blanca, blanco-negro… El respeto y la riqueza y variedad de tipos de gente era la predominante. Ropas de todos los tipos y colores...
Para comer, teníamos puestos de Chile, Benin, Nigeria, R.D. Congo, Sudáfrica, España, Colombia, Ecuador…
Dicen que el nacionalismo se cura viajando. Y puede que sí el nacionalismo excluyente. El que cree estar por encima de los demás. Pero no el nacionalismo de supervivencia. El que aboga por tener un puesto más entre toda esa amalgama de colores.
¿De donde eres? Me preguntaban. Basque country o Pays Basque respondía yo. Muchos no entendían de qué hablaba, y lo sencillo, lo que hace mucha gente por ahorrarse una explicación, sería decir una nacionalidad ajena pero conocida para ellos. Pero si queremos tener nuestro sitio en el mundo, debemos empezar por exportarlo nosotros mismos. Por hacerlo conocido. No hablo de ser un pesado dando explicaciones innecesarias, pero sí de hacer el esfuerzo de no caer en contradicciones con nuestro sentimiento de pertenencia. Las instituciones deben hacer su papel. Los partidos el suyo. Pero nosotros como ciudadanos de Euskal Herria, si queremos tener presencia en el mundo, debemos empezar por exportar el nombre de nuestro país nosotros mismos.
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