Cuando hablamos del Lehendakari o de un Diputado general, no nos referimos a una persona únicamente. Hablamos en ambos casos de una institución llena de simbolismo para muchos Vascos. Ostentar dicho cargo es una gran responsabilidad. Hay que tener en cuenta que se representa a una sociedad, y también que ha sido apoyado por una parte de la misma para cumplir unos objetivos que se marcan para una legislatura. Por ello las personas que tienen el honor de ser elegidos para estos cargos, saben que dejan de ser, al menos públicamente, Jose Luis o Juan José, y por tanto sus palabras dejan de ser testimonio civil y adquieren un rango mayor.
Nadie entendería que, por ejemplo, el lehendakari Ibarretxe publicase mañana una carta de "afecto" a Joseba Egibar en, digamos...El correo. Por 2 razones. Primero, porque como lehendakari no le corresponde hacer este tipo de valoraciones en los medios. Y segunda, porque a nivel de partido sería una irresponsabilidad. No se entendería que elevase a los altares a uno, y no lo hiciese con el otro, teniendo en cuenta la situación interna.
Por suerte sabemos de la talla personal, moral y política de Ibarretxe y damos por hecho que no lo va a hacer. Lamentablemente otros no han actuado de la misma forma, elevando a los altares a Josu Jon y callando ahora con respecto a la decisión tomada por Joseba.
Lo digo como lo siento. Porque un simple blogger, sí se puede permitir decir estas cosas.
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