La vuelta a la rutina no siempre está mal. A veces incluso es necesaria. Las cosas siguen mas o menos en su sitio y parece que el tiempo no ha pasado.
El periodo vacacional ha sido mas movido de lo normal sobre todo en la casa peneuvista.
El sector autonomista ha atacado desde varios frentes arremetiendo velada o claramente contra la consulta, o sobre la idoneidad de convocarla en determinadas condiciones. En definitiva no muestran mas que su miedo a un futuro cuyas consecuencias no puedan controlar.
Para algunos se ha vuelto muy cómodo gestionar las migajas de un estatuto insuficiente e incompleto desde un despacho con butacas de cuero y bonitas vistas al exterior.
El miedo al cambio es a todas luces contradictorio con el objetivo mismo de una organización de estas características. Este partido, fue creado precisamente para cambiar el estatus político de Euskal Herria. Nadie en su sano juicio puede creer que este cambio pueda producirse sin roces o conflictos directos con el estado. Aquí no va a haber un presidente Español que un buen día diga. “Euskadi es una nación y por tanto tiene derecho a decidir su futuro. Mañana mismo convoco un referéndum”. Dice el refrán que “el que quiera peces que se moje el culo”, pero algunos están muy cómodos en la orilla y parecen tener alergia al agua.
Dice cualquier Mis de medio pelo que su mayor deseo es “la paz en el mundo”. Y a eso me suena cuando algunos miembros del PNV me dicen que “por supuesto que ellos quieren la independencia pero…”. Declaraciones vacías de contenido. Cuando quieres algo debes trabajar por ello.
Creo que ya he contado en alguna ocasión, que pregunté un día, hace 14 años, a un dirigente del PNV por qué este partido no convocaba un referéndum de autodeterminación, o al menos trabajaba por ello. Su respuesta podía haber sido que hay distintas realidades administrativas, que…muchas cosas. Esperaba una respuesta a la altura de su responsabilidad, pero sin embargo la respuesta fue la que podía haber recibido de cualquier viandante que hubiera parado por la calle. ¿para que? ¿para perderlo?. Con ese espíritu mejor le decimos al Athletic que no se desplace al Camp Nou para jugar sus partidos. Es muy difícil ganar y además algún jugador puede salir lesionado.
El objetivo de la independencia es muy difícil. Casi podemos hablar de utopía. Pero cuando dejas de creer en algo, dejas de trabajar por ello. Y cosas mas difíciles se han visto. ¿Alguien se atrevería a afirmar en los años 60 que la URSS iba a desaparecer 30 años mas tarde?.
Si un cura no cree en Dios mejor se retira. Del mismo modo, si un abertzale no cree en el objetivo prioritario de su causa, mejor se dedica a otra cosa.
2 comentarios:
Pues presentarse para perderlo es una auténtica barbaridad, me explico: imaginate que se hace un referendum en toda Euskal Herria en el cual los del independentismo salimos claramente perdiendo ( es lo que ocurre hoy en dia ). Eso sólo hace armar de valor ¿y razones? a los unionistas, así que mejor no tocarlo.
Otra cosa es que se haga sólo en la CAPV. Pero en Araba tenemos la cosa jodida. Creo que saldría un SI rotundo a la creación de un estado propio. Pero hay que andar con pies de plomo pues el resultado podría ser el no esperado. Yo si sale un NO estoy dispuesto a aceptarlo... ¿y los demás?
El simple hecho de realizar un referendum es un éxito. Además situaría a nuestro país en la escena internacional. En Quebec el independentismo ha perdido varias veces, y sin embargo, todo el mundo conoce que allí hay una nación que algún día con toda probabilidad será un estado. Lo que es una barabaridad es no luchar por aquello que se busca o amedrentarse por una hipotética falta de apoyos. Si fuera cierto lo que dices y una derrota en un referendum fuera negativa para los intereses del nacionalismo Vasco, los españoles no pondrían tantas trabas a su ejercicio. Un saludo
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