Me decían hace poco que quizá sería mas interesante poder votar también a la contra. Es decir, además de apoyar a alguien, votar quién no quieres que salga.
Pues quizá sea mas o menos lo que ha ocurrido.
Un slogan muy repetido en campaña ha sido "si quieres que gane Zapatero, vota a Zapatero". Y así ha sido. Mucha gente en Euskadi prefería la victoria de éste frente al PP. Y directamente y por si acaso, le ha dado su apoyo. Quizá no haya que darle demasiadas vueltas al asunto. O si.
Una de las reflexiones que podemos hacer es la siguiente. En el 2001 la coalición PNV EA obtuvo mas de 600.000 votos. Hubo interpretaciones de todos los gustos y colores, pero viendo lo que ha ocurrido ahora, podría interpretarse que al igual que el domingo, simplemente mucha gente no quería que ganase el PP. Tan sencillo como eso. O no.
Pero lo que es evidente es que los partidos abertzales no pueden estar contentos. El PNV ha bajado unos 120.000 votos, EA muchísimo mas en proporción, Aralar no ha tenido buenos resultados y Batasuna/ANV, no pueden estar seguros del número de apoyos directos con los que cuentan en estos momentos.
Oímos ahora que el PNV debe replantearse sus estrategias, etc. etc. Lecturas sin duda interesadas, pero quizá sí deba hacerlo. Nos hacemos sin embargo una pregunta. ¿Debe un partido moverse a impulsos electorales? ¿a golpe de voto?. Bajo nuestro punto de vista, inocente posiblemente, NO. Cada partido debe presentar su proyecto y los ciudadanos elegir aquél con el que se sintan mas identificados. Los partidos están precisamente para eso, para hacer propuestas y representar una sensibilidad de la sociedad. Lo contrario, además de desconcertar a la ciudadanía, sería un fraude en la dirección de seguir el único objetivo de perpetuarse en el poder o en su caso llegar a él.
Centrándonos en el PNV ¿que debe hacer? Reflexión con calma. Clarificar objetivos y medios eligiendo a las personas mas adecuadas para llevarlos a la práctica de una manera firme sin dejar de adaptarse a los tiempos y a los cambios que se producen en la sociedad, mirando siempre a Europa. Y desde luego clarificar algunas divergencias en su seno. Dialogar sin miedo ni rencores.
Continuará...
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