La realidad política está dando un vuelco. Esto es evidente. Los ciudadanos demandamos otra forma de hacer política. Necesitamos sentirnos representados, y los viejos clichés de la política tradicional ya no sirven.
Se necesita otra forma de comunicarse e interactuar entre los y las ciudadanas y quienes deben ser nuestros representantes. Esta última palabra es la clave. Representantes.
Los viejos discursos y postureos; las palabras huecas y los gestos grandilocuentes ya no sirven. Necesitamos algo más. Debemos sentir que quienes se sientan en los escaños, o quienes ostentan distintos cargos públicos, son quienes canalizan nuestros deseos y esperanzas.
La sociedad ha evolucionado y no estamos dispuestos a que nos aleccionen. No estamos para adorar a nuestros representantes, sino que son ellos quienes deben realizar un ejercicio constante de escucha activa.
Por ello se deben estructurar mecánicas de participación real en los partidos. Y también se deben establecer canales directos de comunicación entre los y las ciudadanas y sus representantes.
Otra cuestión que debería cambiar es la "disciplina de voto". Si todos los parlamentarios van a votar exactamente lo mismo, sobran la mayoría de ellos. Por otra parte, si los debates parlamentarios no sirven para cambiar, modificar, adecuar o llegar acuerdos, también sobran los "debates". Porque en realidad no lo son. Se asemeja más a un teatrillo entre partidos, que además no llega a los/as ciudadanos/as más allá de un titular.
Y en este clima en el que se precisan cambios, se están mezclando discursos, creando un cocktel cuando menos llamativo. Se mezclan todos los disucursos. El discurso de podemos cn el discurso más reaccionar del PP. Así, escuchamos a gente hablando de que "todos los políticos son iguales", "son todos unos mangantes"... y curiosamente la misma gente habla de que "se está beneficiando a los inmigrantes con la RGI" al más puro estilo maroto. En ocasiones, además, se da la circunstancia de que esa misma gente, sin que pasen 5 minutos entre conversación y conversación, se presta a dar consejos sobre cómo...digamos... "optimizar los recursos propios", minimizando la contribución al erario público. O poniendo como ejemplo a quien ha "conseguido" tal o cual cosa a través de cualquier artimaña.
Estamos ante un momento de cambio estructural que precisa de una reflexión como sociedad. "La culpa es de los de arriba, de los que vienen de fuera...de todos menos de nosotros mismos, no es el camino. La política hay que cambiarla...Si. Los políticos deben cambiar.. Por supuesto. Quienes la han liado deben pagar de inmediato por ello... Así es. Los partidos deben ser contundentes. Ya mismo.
Pero mientras no realicemos una reflexión como sociedad, volveremos a caer en los mismos errores.
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